Testimonios PT 1.

¡Hola! Mi nombre es Gretel, tengo 20 años y conocí de Jesús cuando tenía 10, comencé a asistir a la Iglesia Fraternidad Cristiana Filadelfia, con mi mamá y mis hermanos. Después de un tiempo, dejamos de asistir y así, mi amor por Jesús se enfrió.

No tuve una infancia feliz y mis años de adolescencia fueron difíciles. Tenía muchos vacíos, muchas heridas en mi corazón, y nunca tuve el amor de un padre. Me refugiaba en el colegio, era muy callada y de pocos amigos. A los 15 años me fui para Bogotá, en busca de mis sueños y a esa edad ya tenía toda mi vida planeada, y Dios no estaba en ninguno de esos planes.

Estando lejos y estudiando la carrera de mis sueños, las cosas se complicaron. En el lugar donde vivía se presentaron muchos problemas y a causa de esto tuve que regresar de nuevo a casa. Recuerdo que regresé un día martes y el miércoles fui al servicio, lloré como nunca lo había hecho en mi vida, pues me encontraba en una profunda depresión, sentía que todos mis sueños se habían venido abajo. Pero allí con el corazón roto, la presencia de Dios se hizo tan real en mi vida. Me di cuenta que no estaba sola y que de hecho nunca lo estuve.

Por primera vez pude experimentar el verdadero amor y la misericordia de Jesús. Mi vida empezó a cambiar. Sentí que todos los vacíos que había en mí, Jesús los llenaba, sentía como Él sanaba mis heridas y como las cadenas que me oprimían se rompían y empezaba una hermosa historia, donde los protagonistas eramos Jesús y yo. Tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, le entregué mi corazón a Cristo y a mis 17 años, lo acepté como mi único y suficiente salvador.

Inicié mi relación con Él a través de la Palabra y la Oración, Él dice en Su Palabra, "Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces" (Jer. 33:3). ¡Jesucristo es real! Cada día me enamoro más de Él, entendí que Él no está lejos, está muy cerca, lo he visto ser fiel cada segundo de mi vida. La oración ha traído fortaleza y paz a mi corazón y Su Palabra es luz en medio de mi caminar.

Hoy no sé dónde estuviera, qué sería de mí, si un día Jesús no me hubiera encontrado. Le doy gracias por Su amor y Su salvación. Por Su misericordia y Su gracia le sirvo en la Iglesia Fraternidad Cristiana Filadelfia en el Ministerio Jóvenes Daniel's y estoy dispuesta a servirle donde Él quiera. ¡Ahora estoy llevando a cabo los sueños de Él! ¡Ahora si soy feliz!

Joven te animo a que conozcas a Jesús, Él te ama, Su amor por ti es tan grande que no dudo en entregar Su vida por ti, recuerda que Él está tocando a la puerta de tu corazón. ¡No te imaginas los propósitos tan maravillosos que Él tiene para ti, son mejores, más altos y más hermosos que todo lo que hayas pensado! ¡Corre a Su presencia y dile si a Su invitación!

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